A dreamer's inquiring mind's random stories. Hang gliding over a milky forest. Diving in a marine cemetery. Tangled light weeds in my fingers.
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Monday, 20 May 2013
DuDAs CoN eL IDEaL
Dicen que la primera frase de un libro es la más importante ya que abre la puerta de la aventura, de la idea, del comienzo de un destino cambiante... pues lo realmente valioso e interesante es aquello que se mueve de un estado a otro conservando la frescura del renacer propio, de la esencia de la vida.
Un ideal es aquello que existe en la mente, un compendio de valores y creencias asimilados y portados cual escudo en estandarte. Así un caballero fiel a su reino llega un día a la encrucijada mental, personal y profunda, en la víspera de una batalla que ya no siente propia sino ajena a su sentir y pensar. Su mente se expande y se paraliza en un determinado momento en el que todo confluye; es un momento de catarsis interior resultado de un largo navegar entre dudas, sensaciones e impresiones que a duras penas empezó a no poder colocar en aquel mismo lugar en el que antes parecían pertenecer a la perfección. Un momento en que su mente agotó todas las razones y la búsqueda de razones para seguir portando aquel estandarte que ahora siente tan pesado, además de azotado por la culpa de no poder dejar de ignorar el cambio que su alma ya acogió.
Esta es la llegada al punto de inflexión, al momento sin retorno, a la inminente necesidad de hacer algo al respecto pues la carga es tan pesada... Hace tiempo que el veneno de ir en contra de su ser ha ido entrando en lo profundo de su alma, ha contaminado tantas células, que ahora no responden... en aquel estado de claridad de estar verdaderamente frente al borde de un abismo sin fondo y con un pasado que le reclama constantemente ser el que ya no siente que es.
No tengas miedo, caballero, en el fondo del abismo te espero puesto que ya otros hemos dado aquel salto al vacío y la única muerte que vas a encontrar es la del veneno y de las cargas tan pesadas... quizá no recuerdes tu antiguo nombre, pero enseguida sabrás que tu nuevo yo habrá comenzado el proceso de regeneración donde toda vida se abre paso ante la dificultad.
Saturday, 18 May 2013
Monday, 13 May 2013
Peace
One day after the storm, the cold, the darkness I saw light and I followed... Even missing the love I gave away and thrown to the trash.
These flowers, the sea breeze, a good friend at Gavá beach.
Happy.
Friday, 10 May 2013
Lost in the Lines
That one lost in between the lines of a random angle of Museu Blau (Edificio Fórum, designed by Jacques Herzog and Pierre de Meuron, Barcelona), it's me.
A bit far away seems and fragmented in the distance. The only organic form in there. As quiet as real a friday afternoon.
You feel you are a tiny ant in that huge nearly empty space, concrete everywhere and all of a sudden, someone is looking... Oh, mirrors, random mirrors everywhere.
Seems like a message like "it's all in your mind".
Follow me in Twitter @andromedami
Thursday, 9 May 2013
Wednesday, 8 May 2013
En el fondo del mar
Me contaba mil mentiras como el camaleón, según dónde estuviéramos, adaptaba sus coartadas.
Yo a veces creía que eran verdades, me juraba que así era... pero luego se emborrachaba y se equivocaba de coartadas, se entrelazaban las mentiras y los nudos se notaban... entonces yo le cuestionaba, y se le giraba la cabeza como un perro loco resabiado. De pronto cambiaba y ya no era amoroso, se mofaba y me decía entre risitas sarcásticas que me mentía todo el tiempo. Podía ver flamear las llamas de la ira en sus ojos. Luego volvía y decía que yo le hacía hacer cosas que no quería hacer. Y yo no sé de qué me hablaba.
El no comprendía mis miradas. No veía mi tristeza ni cómo me adelgazaba.
Parece que me había echado un lazo mágico que yo no podía desatar. Y todos me preguntaban porqué no me desataba viendo que podía. Pero es que no sé porqué, no podía desatarme. Mis amigos y mi familia estaban hartos de mis lágrimas. Creo que si hubiera sido un animal alguno me hubiera pegado un tiro para terminar mi sufrimiento.
Yo me apartaba, y cuando empezaba a respirar y él volvía y me atrapaba de nuevo, y otro puñal, y llegó el día que era yo la que volvía a la misma jaula. Me daba miedo estar fuera de ella.
ME fui apagando. Ya no me ponía pendientes, ya no dibujaba, ya no bailaba. Decía que lo único que hacía eran manchas. Tampoco él me quería como musa de sus cuadros porque decía que no me quería compartir, que mi belleza era sólo para él.
Y llegó el día que una de esas musas que buscaba y depredaba se lo llevó un poco más de tiempo... no luché por mi falta de alimento, me quedé callada... inmóvil... sin decir nada por los puñales que me clavaba... sentí la contrariedad de aterrarme por estar fuera de mi jaula, el sufrimiento tan grande, y también se me hinchaba el corazón de dicha de poder besar la libertad desgarradora. Le agradecía a ella una y otra vez que le hubiera enamorado su sonrisa, su mente fantasiosa y que fuera la víctima perfecta para creer todas sus mentiras y echarle el lazo mágico. Él ya sabía que una parte de mi jamás se sometería.
La libertad desnuda. Sin tierra a mis pies. Sin saber a dónde ir. Me puse a caminar. Hacia No Sé. Sin fuerzas. Y cuanto más me alejaba más daño me hacía el recuerdo, los engaños, las coartadas de amor, mi síndrome de Estocolmo. ME sentía tan dolida hacia él como hacia mi misma. Cuanto más lejos caminaba, peor me iba sintiendo. Pero yo seguía hacia delante.
Yo le evadía le rechazaba, me escondía .. y sufría tanto porque luchaba contra el lazo mágico que me tiraba y me tiraba y me tiraba.
Los demás sólo me entendían los que también fueron atrapados y se liberaron, el resto...
Y entonces pasaron tantos, tantos, tantos, tantos, tantos, tantos, tantos, tantos, tantos largos días... y las heridas seguían sangrando de tanto en tanto.
Cuando cogía un pincel y me disponía a dibujar, tan pronto el color empezaba a manchar el papel, el dolor subía y me resistía... a pintar dolor.
Y el mar me acompañó, me limpiaba, me calmaba. Y la mugre que se llevaba, se quedaba en el fondo del mar. Y pude empezar a ver la alegría en los demás, y dejar que se me acercasen un poco, y bailar de vez en cuando.
Poco a poco. Con la brisa del mar.
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